La formación no reglada, también conocida como formación profesional para el empleo (FPE), se ha convertido en una opción cada vez más popular para aquellos que buscan mejorar sus habilidades y conocimientos en un campo específico. A diferencia de la formación reglada, la FPE no se imparte en una institución educativa, sino que se realiza a través de programas de formación impartidos por empresas y organizaciones especializadas. Aunque la formación no reglada ofrece muchos beneficios, también existen desafíos que los responsables de la contratación de formadores deben enfrentar para mejorar la calidad de la formación y asegurar que cumpla con las expectativas de los estudiantes. En este artículo, exploramos algunas de las mejores prácticas para mejorar la calidad de la formación no reglada.
- Identificar las necesidades de los estudiantes: Antes de iniciar un programa de formación, es importante identificar las necesidades y expectativas de los estudiantes para que la formación se adapte a sus necesidades.
- Seleccionar formadores experimentados: Es importante seleccionar formadores con experiencia en el campo y con habilidades para la enseñanza para garantizar que la formación se imparta de manera efectiva.
- Utilizar recursos de enseñanza efectivos: Los recursos de enseñanza, como presentaciones, vídeos, ejercicios y materiales de lectura, deben ser efectivos y estar actualizados.
- Proporcionar retroalimentación y seguimiento: Los estudiantes deben recibir retroalimentación periódica para asegurarse de que están comprendiendo y aplicando los conceptos y habilidades enseñados. Además, se debe hacer un seguimiento después de la formación para medir el impacto y la efectividad de la formación.
- Fomentar la participación activa: La participación activa en la formación es esencial para garantizar el aprendizaje y la comprensión de los conceptos y habilidades enseñados.
- Evaluar constantemente la calidad de la formación: La evaluación continua de la calidad de la formación es esencial para identificar y abordar cualquier problema y mejorar la eficacia de la formación.
- Ofrecer opciones de formación flexibles: Los estudiantes deben tener opciones de formación flexibles que se adapten a sus horarios y necesidades, como formación en línea y programas a tiempo parcial.
- Promover la colaboración entre los estudiantes: La colaboración entre los estudiantes puede fomentar el aprendizaje y la comprensión de los conceptos y habilidades enseñados, además de aumentar la motivación y la participación.
- Asegurar que se cumplen los estándares de calidad: Es importante asegurar que se cumplen los estándares de calidad en la formación no reglada y que se siguen las regulaciones y directrices establecidas.
- Fomentar la innovación en la formación: La innovación en la formación puede mejorar la eficacia y el impacto de la formación, lo que puede resultar en mejores oportunidades laborales y mejores resultados para los estudiantes.
En conclusión, mejorar la calidad de la formación no reglada requiere de un esfuerzo conjunto por parte de los responsables que contratan formadores, docentes de formación para el empleo, tutores de teleformación y los propios estudiantes. Es importante establecer objetivos claros y medibles, utilizar técnicas de enseñanza eficaces, ofrecer retroalimentación constante y evaluar el progreso de los estudiantes.
Además, es fundamental adaptarse a las necesidades y preferencias de los estudiantes, brindar apoyo y recursos adecuados, y fomentar la participación activa y el compromiso con el aprendizaje. La formación no reglada puede ser de gran valor para mejorar las habilidades y competencias de los trabajadores y aumentar su empleabilidad, pero solo si se aborda de manera efectiva y se asegura una alta calidad en todo el proceso de aprendizaje.
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